Es el tema de moda, por ignorancia, o por verse en tendencia; todo mundo hablamos de blockchain. Que si blockchain para esto, para aquello; incluso ya hay una industria productiva detrás, muy lucrativa la cual nos podría llevar a incluso, sociedad con autoridades alternas.
Seguro que a este punto me dirás: “Seguro, pero: ¿me explicas qué es blockchain?”
¡Ups!, lo lamento, suelo emocionarme con temas que veo día a día. Bien, comenzaremos explicando que es blockchain.
Todo se trata de transacciones, ¿cierto?
Todos los días, todo el tiempo, y hasta que nos morimos nos pasamos la vida haciendo transacciones. Te levantas, compras algo para almorzar; primera transacción del día. Vas al trabajo, pagas el transporte; ahí está la segunda. Después de 4 horas de trabajo, hay algo de hambre y hay que comprar algo de comer; la tercera… y así básicamente hasta que nos dormimos, todo se trata de transacciones.
Las transacciones son tan importantes en nuestra vida que, incluso los economistas siempre están ideando modelos, fórmulas, teoremas y teorías para conseguir un solo objetivo: QUE LAS TRANSACCIONES SEAN LO MÁS LLEVADERAS POSIBLE.
Transacciones y su evolución
Y claro, para nuestra fortuna somos una especie que naturalmente intenta llegar a lo más cómodo, lo más simple con fin de concentrarse en otras cosas. Las transacciones no son la excepción.
Hace tiempo el humano buscaba vestir y alimentarse, y eso era todo lo que le preocupaba; posteriormente, el entretenimiento. Luego, la ciencia y la tecnología. Siempre a modo de avanzar, es nuestra naturaleza, querer que nuestra vida sea más simple de lo que es. Y de nuevo, las transacciones no son la excepción.
A modo de ilustración, se nos indica que en el pasado, si tú querías algo que yo tenía; era casi obligatorio que me ofreciéras algo que yo quisiera. Y así nació el trueque.
Posteriormente, para facilitar estas transacciones era necesario poner algo que todo mundo quisiera, y eso era el oro, o la plata, o algún metal. De ahí surgieron las monedas, de ahí la banca… en fin, la historia que a todos nos contaron.
Y todo eso es muy simple, si uno lo piensa. Uno trabaja por monedas para ofrecerlas a alguien más, así como uno ofrece bienes y servicios, a cambio de monedas.
¿Y mi globalización?
Sin embargo, las monedas tienen un problema: No sirven fuera de la jurisdicción en donde han sido emitidas.
Si un colombiano llega a Austin, TX. y trae la nada despreciable cantidad en sus bolsillos de $31,000,000 COP (pesos colombianos); de nada le van a servir hasta que los cambiase a dólares. Del mismo modo, si un estadounidense va a Suiza, por mucho que traiga $10,000 USD (dólares estadounidenses), de poco le van a ser útiles hasta que los cambie a Franco Suizo, o cuando menos a Euros.
Esta problemática supone un costo agregado, que perjudica tanto al productor como al consumidor. Ya que si alguien en España quiere comprar algo que es producido en México, tiene que pagar el cambio de Euro a Pesos mexicanos; y a veces el cambio de pares no está disponible, por lo que tienes que sumar a la transacción el costo del intercambio de divisa. Lo cual, impone una barrera, especialmente a aquellos pequeños productores y consumidores.
Vale, pero: no me has dicho nada de blockchain
Y ya vamos a ello.
Blockchain es varias cosas. Primero, es una red, red a la cual puede unirse quien lo desee. A esta red uno puede adherirse siempre y cuando el resto de los miembros de la red (nodos) te aprueben.
Segundo, es un registro contable. Esta red, produce un tipo de “paquetes” que viajan a través de ella, lo que llamamos un “bloque” (o “block”). Un bloque consiste en básicamente, un origen, un valor, un destino, y un identificador.
Estos bloques se producen, cuando alguien en dicha red, resuelve un problema matemático sugerido por algún(os) nodo(s) de la red. Y a quienes resuelven estos problemas matemáticos se les conoce como mineros, a estos se les da de recompensa una cantidad de bloques determinada por la misma red.
Lo interesante de estos bloques, es que, todo bloque creado tiene un origen (o predecesor). Por lo que, para que un bloque exista, toda la red debe estar al tanto. Y por tanto, todo bloque es rastreable, y se pueden conocer los orígenes de este. Por lo que, cada bloque es único y se reutiliza, a menos que la red decida invalidarlo (lo que se le conoce como “quemar”).
Algo interesante de estos bloques es que, solo necesitan formar parte de una red, y con ello tienen valor para quienes se añaden a la red.
Lo interesante son los valores que pueden vivir en esa red. Imagina:
- Dinero
- Propiedades
- Derechos
- Bienes
- Contratos
En fin, que el valor de lo que se te ocurra puede ser acuñado a uno de estos bloques.
Volvamos a las transacciones
Si para tener algo con valor, solo hace falta unirse a una red: ¿Por qué no nos unimos todos a blockchain?
Es una respuesta muy cuidadosa la que debe darse. Por un lado es cierto, si nos adherimos a una red de blockchain, podríamos autenticar que somos dueños de algo, que tenemos un derecho y demás. Sin embargo, por otro debemos estar conscientes de algo: La industria de las ciencias de la computación y la seguridad funcionan sobre un pilar que está roto por defecto.
Se han presentado casos famosos en algunas redes de blockchain, donde de alguna manera se llega a vulnerar el registro contable, y de la nada, unos bloques aparecen a “nombre” de alguien más.
A esto hay que agregar, que la criptografía, con la que se basan los identificadores de transferencia de las redes blockchain tienden a ser vulnerados cada día. Por lo que, una vez vulnerado el esquema criptográfico; ese esquema queda obsoleto y debe cambiarse.
Sin mencionar que, no tenemos una idea clara de cómo funciona blockchain. Satoshi Nakamoto, quien ideó esta idea del blockchain, no se sabe quien es o quiénes son; por lo que no sabemos el origen de la idea.
Y finalmente, lo que hay que considerar, es que solo un perfil de persona muy técnico pudiera entender como funciona. Incluso personas dentro de la industria del software o la big data, no terminan de entender de qué va esto. Lo que me recuerda a una frase que se usa en la comunidad de software:
“Blockchain es cómo el sexo en adolescentes. Todo el mundo habla de haberlo hecho, de ser experto… y al final nadie tiene ni idea”.
Ahora, algo como post-data, es que esta idea no gusta especialmente al político, a menos que se tratase de una red que ellos pudieran controlar. Alejando a este concepto de nuestro ideal de libertad.
Blocklusión
No soy pesimista, ni tampoco un eufórico al respecto. Solo lo que podemos decir al respecto es que te informes y cuando creas que ya estás informado: infórmate un poco más.
Sea a favor, o en contra; blockchain de momento está en sus comienzos, y soy de los que espera que se termine adoptando, con el fin con el cual parece que fue concedido: Hacer que nuestras transacciones sean más simples, más baratas y sin fronteras.
Efraín Rentería.
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